Fatiga y Gripe

La fatiga es una sensación de cansancio que puede ser extrema, persistente o ambas cosas.

La gripe puede provocar que se sienta cansado y agotado, sobre todo cuando duelen las articulaciones, la nariz gotea y se tiene dolor de cabeza. Estos síntomas a menudo aparecen al inicio de una gripe y pueden preceder a otros síntomas. En ocasiones, la fatiga puede persistir durante semanas después de que todos los otros síntomas hayan desaparecido.

La fatiga es común con la gripe. No es el cansancio habitual después de una noche de mal sueño, debilidad muscular o debilidad asociada con una sesión de ejercicio intenso, es una sensación de agotamiento total. Es común durante la gripe, y durante pocas semanas después de que los otros síntomas hayan desaparecido.

Esto se debe a que su sistema inmune debe emplear gran parte de su energía en la lucha contra el virus de la gripe. Los glóbulos blancos se desvían de su trabajo habitual de mantenimiento de sus fibras musculares y articulaciones sanas, a la lucha contra el virus, lo que significa que se pierde rápidamente la fuerza en sus músculos, dejándole menos capaz de ponerse de pie y moverse.

El mejor consejo que se puede dar para la fatiga, por muy frustrante que pueda parecer, es asegurarse de tener todo el descanso suficiente. Permanecer libre de estrés y ansiedad, y aceptar el hecho de que es posible que se necesite un par de días de baja laboral.  Así recuperará su buen estado de salud más rápido que no tratando de seguir adelante con la rutina normal. Se necesita más descanso de lo normal para ayudar a restaurar la salud plena y recuperar la energía.

Durante los primeros días de la gripe es normal que no tenga ganas de comer, pero es importante recuperar fuerzas de nuevo una vez que lo peor ya haya pasado. No coma alimentos azucarados o grasos, pero sí alimentos tales como cereales integrales y pan, yogur bajo en grasa o huevos duros. También es importante para mantenerse hidratado beber mucha agua o líquido, ya que esto mantendrá sus músculos hidratados, lo que reduce los efectos de la debilidad muscular.

Como la fatiga es un síntoma de la gripe, es importante abordar el problema de fondo en primera instancia mediante la búsqueda de un remedio a base de plantas que fortalezca su sistema inmunológico y ayude a combatir las infecciones. Por ejemplo, la Echinacea es una de las plantas más populares para esta función, y también se utiliza a menudo como medida preventiva contra el virus del resfriado y la gripe. 

El ginseng siberiano, también conocido como eleutherococcus, es una planta nativa de Asia Oriental, que tiene un uso tradicional en el alivio de la fatiga. Sin embargo, no debe ser tomado por los diabéticos, epilépticos, esquizofrénicos o junto con ciertos tipos de medicación.

Un médico no podrá curar por arte de magia sus síntomas de fatiga. Los tratamientos como los antibióticos no tienen ningún efecto sobre las infecciones virales. Hay algunos medicamentos antivirales disponibles con receta médica. Sin embargo, es poco probable que un médico le recomiende estos tratamientos a menos que su gripe sea grave.

Si se es particularmente vulnerable a la gripe, tal como embarazadas, ancianos o una persona que sufre de asma grave, su médico puede sugerirle la vacuna de la gripe para su prevención. Sin embargo, hay leves efectos secundarios asociados con la vacuna de la gripe, incluyendo la fatiga - aunque ésta debería desaparecer rápidamente.

La Echinacea es tan efectiva contra la gripe como el tratamiento gripal de síntesis más habitual, pero más segura. Así, lo avala un estudio con extracto fresco de echinacea publicado en la revista Current Therapeutic Research.

Esta investigación evidencia que la Echinacea presenta menos riesgo de complicaciones y efectos secundarios que los antigripales.